"Observa lo que es real, no sus pensamientos"
Fritz Perls
La ansiedad es el padecimiento común de nuestros tiempos, y más que un trastorno, es un sentimiento que cuando se hace presente de forma excesiva puede, literal, paralizarnos y deteriorar nuestra calidad de vida.
Si hemos aplastado este síntoma por mucho tiempo con ansiolíticos u otros medicamentos, que son efectivos al relajar el sistema nervioso central, la realidad es que los fármacos raramente resuelven el problema de raíz.
Crecer y acercarnos cada vez más a la madurez psicológica requiere de autoconocimiento y de mantener nuestras acciones alineadas a nuestros principios de realidad, pero ¿cómo saber qué es la realidad? ¿cómo reconocer lo que sí está ocurriendo y lo que solo ocurre en nuestras fantasías? lo explicaré con un encuadre gestáltico sencillo y efectivo.
Ya que el concepto central de la terapia gestalt reside en el hecho de que los cambios terapeúticos se inician cuando tomamos consciencia de nosotros y por nosotros mismos, les explicaré tres áreas de la consciencia que nos ayudan a situarnos en el aquí y ahora: la zona interna, la zona externa y la zona media.
La zona interna es todo lo que ocurre de nuestro cuerpo hacia adentro, y aunque nadie más pueda sentirlo es real, por ejemplo: cólicos, dolores estomacales, vértigo, sueño, cansancio, etc.
La zona externa es todo lo que ocurre de nuestro cuerpo hacia afuera, todo lo que podemos observar que está ahí: los árboles, los autos, el viento, los sonidos de la calle, niños corriendo, los objetos en nuestra habitación, las personas que nos rodean, la temperatura del ambiente; tú puedes notarlo y alguien más que estuviera a tu lado también podría hacerlo.
La zona media es cualitativamente diferente a las otras dos zonas, ya que la zona media no está ligada directamente con las sensaciones, pero es abstraída de éstas; el pensar, soñar, imaginar, recordar el pasado y planear el futuro son actividades de la zona media.
No hay una zona que sea buena o mala o mejor o peor que otra, simplemente son de naturalezas distintas y, por ejemplo, cuando estamos demasiado ansiosos o preocupados por el futuro podemos recurrir a estas zonas para distinguir entre lo que sí está pasando y lo que no está pasando, entre la realidad y la fantasía, para poder discernir la realidad en el momento presente.
Para saber que está ocurriendo en la zona interna puedes hacerte preguntas como: ¿qué está ocurriendo en mi cuerpo? ¿que sensaciones están presentes en mí? ¿estoy respirando? ¿me duele algo? ¿tengo alguna sensación en alguna parte específica del cuerpo o por el contrario no siento nada? ¿cómo se siente mi espalda? ¿cómo siento las manos? ¿cómo me siento al estar de pie? ¿cómo me siento al estar sentado?
Para saber qué está ocurriendo en la zona externa puedes recurrir a preguntarte cosas como: ¿qué ruidos hay en la habitación en la que me encuentro? ¿que ruidos están afuera de la habitación en la que me encuentro? ¿qué objetos puedo observar desde aquí? ¿cuáles están lejos? ¿cuáles están cerca? ¿hay frío o hay calor? ¿hay alguien que llame mi atención o por el contrario nadie me llama la atención? ¿estoy solo o estoy acompañado?
Estas preguntas pueden ayudarte a situarte en el aquí y ahora. Alejándote en los momentos de pánico de la zona media, puedes estar más seguro de la verdadera situación y lugar en el que te encuentras y comenzar a situarte en la realidad para ir distinguiendo poco a poco los escenarios no reales, que no existen, de los que sí están ocurriendo ahora mismo.
Si sientes que tienes ansiedad crónica, haz tu cita conmigo y comencemos a trabajar en tu bienestar emocional.
Atte.
Psicóloga y psicoterapeuta humanista gestalt
Roxana Baños
P.D. Te espero en mi consultorio en Coatepec